viernes, 26 de agosto de 2016

Síndrome de estrés postraumatico o Síndrome de Estocolmo

Por éstas fechas, hace un año, ya tenía mi diagnóstico definitivo y estaba esperando mi 2° operación.  Hoy, 1 año después, aún me da vértigo mirar hacia atrás, y mucho más, hacia delante...creo que estoy entrando en bucle. Me explico.


El haber pasado la enfermedad en mi comienzo con mi tía, y ya finalizando con mi prima, me ha hecho ser monotema.

Mirar al futuro se me hace aún más difícil...antes tenía superclaro que seguiría adelante, que ésto era sólo un chinito en el camino...pues el puto chino pesa 500 kilos y me hace cuestionar si estaré el próximo año por éstos barrios, si veré crecer a mi hija, a mis nietos...por otro lado, si intento evitar el tema, me es completamente imposible. Es como un síndrome de Estocolmo. A ver, ni de coña amo a mi "raptor" el hijoputa del cáncer, pero sí que ha conseguido dominar mi vida una vez "liberada" de mi secuestro mental ( y físico...).

Cada vez que me miro al espejo, sólo a la cara, me recuerda al cáncer, mi axila, mis pechos de belleza picassiana, mi pezón inexistente, mis mil y una costura por el torso...me tienes dominada, cabrón.

Ya no hablo de estar bonita ni fea, siempre he estado orgullosa de cuando he tenido incluso kilos de más por qué eran míos, de mis defectos físicos, pero eran míos, de mi cosecha, por mi embarazo, lactancia, subida y bajada de peso, mis estrías, mi celulitis...era MÍO. Pero llegaste tú, y me fileteaste las tetas, la axila, y creo que hasta el coco. Y vuelvo a repetir, no es cuestión de belleza o no, es cuestión de sentir que vives en un cuerpo que no es el tuyo, que han violado, cortado, rebanado, arrancado pelos y pestañas, uñas, rasgado la piel , que no sabes quien es esa que hay delante del espejo, y que conocidos que llevan 1 año sin verte, pasan por tu lado como si no te conociesen por qué tú eres ya otra persona.

Dicen que después de acabar el tratamiento y "relajarte", es cuando puede aparecer el síndrome de estrés postraumatico...y doy fe de ello. Todo cuesta un mundo, dejavús constantes, agitación y ansiedad, insomnio, incapacidad para planificar nada, ves víctimas de cáncer como tú en todas partes...