viernes, 11 de marzo de 2016

La culpa

Cuando fuí diagnosticada, y tras pasar las 2 primeras operaciones, intenté mantener una vida normal, no quería que el cáncer dominase mi vida, además, me encontraba muy fuerte tanto física cómo psicológicamente, aunque creo que lo peor de tooooodo el proceso de ésta enfermedad es la incertidumbre y la espera de resultados sobre que pasará en tu vida los próximos meses.

Pues bien, cuando ya empecé de lleno con el tratamiento, exceptuando la semana de la quimio, intenté mantener ése ritmo de vida "normal" anterior a la enfermedad, pero cómo no, es otra cosa que el cáncer se lleva por delante.
Todo ésto viene a que antes de ayer fue el día internacional de la mujer (¿?), día que no entiendo que significa en el calendario.
Cuando eres mujer, madre y esposa, llevar una vida "normal" con todas las puñetas que lleva el cáncer, es una jodienda. Y si además, pecas de querer acaparar y controlarlo todo, ni te cuento.

La vida en pareja se resiente: no estás para muchas fiestas, tienes dolores, la cabeza está en otro sitio y alomejor no estás para darle mimos a nadie, si no sólo para que te los den. Y cuando te miras al espejo no crees que puedas gustar ni lo más mínimo...En casa intentas mantener el orden "normal" , comidas, ropa, limpieza, todo cómo si no pasase nada, y pasa, claro que pasa. Con tu familia, intentas aguantar (yo sólo lo intentaba, no significa que lo consiguiese) sin decir todo lo que sientes, tragarte las lágrimas, la rabia, la mala leche, por qué cómo eres madre, te imaginas lo que se puede llegar a sufrir si vieses a tu hija así. Y con mi hija, pues intentaba aguantar las sesiones maratonianas de juegos, empezar a andar, ir de paseo al parque a jugar con otros niños, cuando en realidad el cuerpo sólo me pedía acostarme y no levantarme al día siguiente...

Todo ésto lo que me ocasionaba y me ocasiona es un profundo sentimiento de culpa. Culpable por no poder salir cómo cualquier pareja "normal" un día cualquiera a tomar algo, por no tener todo en casa perfectamente organizado cómo antes, por no poder aguantarme los sentimientos y la llorera delante de mi madre (que haría yo sin mi madre!!!) y amigos y hacerlos sufrir, y lo que más me duele, culpable de no poder encargarme de mi hija cómo una madre normal, aguantar los primeros pasos de mi hija sin cansarme, sus baños interminables, sus paseitos incansables y un largo etcétera...

No sé si ésto me pasa por ser mujer, o viene dado por mi personalidad, pero la sensación de vivir con "la zapatilla a la rastra" y "no llegar", me crea mucha angustia.

Dicen que la culpa no está en el sentimiento, sino en el consentimiento...pero conmigo ha dado de lleno.



2 comentarios:

  1. Animo Vir , a veces es normal sentirse así . Ya no es la vida que no es la misma , es que nosotras no somos las mismas . Adaptarse a un Cancer y adaptarse a un nuevo yo obligado . Besos chikitina

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    1. Gracias Mamen...no nos queda otra, poco a poco habrá que ir acostumbrándose. Otro besazo para tí ENORME

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